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horario: día 01 de 10:00 a 17:00 horas y dia 02 de 10:00 a 15:00. 
Lugar: Ecoaldea Xipe ubicada en camino real sin numero ejido rincon de sanchez, tuxpan michoacan
Como llegar:
Estamos a 2.5 horas de la cdmx, a 3 horas de gdl, a 1 hora de toluca, a 2.5 de Queretaro y a una de Morelia
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Costo del Curso : El costo del Curso es de $4,000 (cuatro mil pesos por persona) cada participante tiene derecho a llevar un acompañante quien unicamente cubre gastos administrativos en monto de $ 700 ( setecientos pesos)
Forma de pago : mediante deposito bancario en BBAV
Que incluye : 
capacitación. asesoría por 6 meses manuales de trabajo. servicio de cafe una comida y un almuerzo, hospedaje en habitación sencilla.
Las conservas y ates son alimentos procesados que permiten
prolongar la vida útil de las frutas y verduras, y conservar su sabor y
nutrientes por más tiempo. A continuación, se describen los pasos generales
para elaborar conservas y ates:
Selección y lavado de frutas o verduras: Selecciona frutas o
verduras frescas y maduras para obtener un mejor sabor y calidad. Lávalas
cuidadosamente para eliminar cualquier suciedad o residuos.
Pelado y picado: Pela y pica las frutas o verduras en trozos
pequeños y uniformes.
Cocción: Cocina las frutas o verduras en una olla con agua y
azúcar hasta que se ablanden y alcancen una consistencia suave. Puedes agregar
especias como canela, clavos de olor o vainilla para mejorar el sabor.
Envasado: Una vez cocidas, coloca las frutas o verduras en
frascos de vidrio previamente esterilizados. Asegúrese de llenar los frascos
hasta el borde y eliminar cualquier burbuja de aire. Cierra los frascos con
tapas herméticas.
Pasteurización: Para prolongar la vida útil de las
conservas, se recomienda pasteurizarlas. Para ello, coloca los frascos en una
olla con agua y caliéntalos a una temperatura de 85-90°C durante 15-20 minutos.
Etiquetado y almacenamiento: Etiqueta los frascos con la
fecha de elaboración y el tipo de fruta o verdura utilizada. Almacena los
frascos en un lugar fresco y oscuro para mantener su calidad.
Para elaborar ates, se sigue un proceso similar al de las
conservas, pero se agrega una etapa adicional de pasar la fruta cocida por un
colador para eliminar la piel y las semillas. Luego se agrega azúcar y se
cocina hasta obtener una consistencia suave y espesa.
Es importante seguir prácticas adecuadas de higiene y seguridad alimentaria durante todo el proceso de elaboración de las conservas y ates para evitar la contaminación y asegurar la calidad del producto final.
Las conservas y ates son productos alimenticios que se elaboran a partir de frutas y, en algunos casos, otros ingredientes como azúcar y especias. Son muy populares en muchas culturas y se utilizan para preservar la fruta de temporada y disfrutar de su sabor durante todo el año. Aquí te proporciono información sobre ambos productos:
Conservas de Frutas:
Elaboración: Las conservas de frutas se preparan cocinando las frutas frescas con azúcar y, a veces, otros ingredientes como jugo de limón o especias. La mezcla se hierve hasta que la fruta esté tierna y el líquido se espese.
Envase: Una vez cocidas, las frutas se envasan en frascos de vidrio o latas herméticas para evitar la entrada de aire y prevenir la contaminación. El calor generado durante el proceso de envasado ayuda a esterilizar y conservar las frutas.
Variedades: Las conservas de frutas se pueden hacer con una amplia variedad de frutas, incluyendo duraznos, peras, manzanas, fresas, ciruelas y más.
Ate o Dulce de Fruta:
Elaboración: El ate es un dulce de fruta espeso y gelatinoso que se obtiene cociendo la fruta con azúcar hasta que adquiera una consistencia similar a la mermelada o jalea, pero más densa. Algunas variedades de ate también incluyen nueces o pasas.
Presentación: El ate se presenta en bloques o pasteles que pueden cortarse en porciones individuales para su consumo. A menudo, se recubren con azúcar en polvo o coco rallado para evitar que se peguen entre sí.
Variedades: Los ates se pueden hacer con diversas frutas, siendo el ate de membrillo uno de los más conocidos. Sin embargo, también se preparan ates de guayaba, piña, pera y otros sabores de fruta.
Ambos productos, las conservas y los ates, son una excelente manera de aprovechar la abundancia de frutas de temporada y disfrutar de su sabor durante todo el año. Se pueden consumir solos, untados en pan o como ingredientes en la elaboración de postres y pasteles. Además, son versátiles y se pueden utilizar en diversas preparaciones culinarias.
Es importante seguir buenas prácticas de higiene y envasado al preparar conservas y ates para garantizar su seguridad alimentaria y prolongar su vida útil. Esto incluye esterilizar adecuadamente los frascos o latas, utilizar frutas frescas y limpias, y seguir recetas probadas y seguras.
La elaboración de ates es un proceso que implica cocinar frutas hasta obtener una consistencia espesa similar a la de una mermelada o pasta, pero con una textura más densa y gelatinosa. Los ates son muy populares en algunas culturas y se pueden disfrutar solos, en postres o como acompañamiento. Aquí tienes una receta básica para elaborar ate de membrillo, uno de los ates más conocidos:
Ingredientes: Membrillos maduros, Azúcar, agua
Pasos para elaborar ate de membrillo:
Preparación de los membrillos: Lava y pela los membrillos. Retira el corazón y las semillas, ya que estas partes son duras y no son comestibles.
Cocina los membrillos: Corta los membrillos en trozos pequeños y colócalos en una olla grande. Cubre los membrillos con suficiente agua y lleva a ebullición. Reduce el fuego y cocina a fuego lento hasta que los membrillos estén tiernos y se puedan aplastar fácilmente con un tenedor. Esto puede llevarse a cabo alrededor de 30-40 minutos.
Licúa los membrillos: Escurre el agua de los membrillos cocidos y colócalos en una licuadora o procesador de alimentos. Tritura los membrillos hasta obtener un puré suave y homogéneo.
Pesa el puré: Para determinar la cantidad de azúcar que necesitas, pesa el puré de membrillo. Por cada 500 gramos de puré de membrillo, necesitarás aproximadamente 400-450 gramos de azúcar. Esta proporción puede variar según tus preferencias de dulzura.
Cocina con azúcar: Devuelve el puré de membrillo a la olla y agrega el azúcar en la proporción calculada. Cocina a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, hasta que la mezcla se espese y se desprenda fácilmente de los bordes de la olla. Este proceso puede llevar tiempo y requiere paciencia.
Envasado: Una vez que la mezcla de membrillo tenga la consistencia deseada, retírala del fuego. Puedes envasar el ate en frascos esterilizados mientras esté caliente. Asegúrese de dejar un espacio adecuado en la parte superior del frasco para permitir la expansión durante el proceso de enfriamiento.
Enfriamiento y almacenamiento: Deja enfriar los frascos de ate a temperatura ambiente. A medida que se enfrían, el ate se volverá más espeso y gelatinoso. Luego, tapa los frascos herméticamente y guárdalos en un lugar fresco y oscuro.
El ate de membrillo es versátil y se puede disfrutar de diversas formas. Se puede comer solo como dulce, untado en pan o acompañando quesos. También es un ingrediente común en la preparación de postres y pasteles. Esta receta se puede adaptar para hacer ates con otras frutas, simplemente ajustando la proporción de azúcar según el dulzor de la fruta utilizado.
La durabilidad de las conservas y ates depende de varios factores, incluyendo el tipo de alimento, el proceso de preparación y envasado, y las condiciones de almacenamiento. En general, las conservas y ates tienen una vida útil prolongada debido a la eliminación de microorganismos y la creación de un ambiente hostil para su crecimiento. Aquí tienes algunos detalles sobre la durabilidad de estos productos:
Tipo de Alimento: Algunos alimentos enlatados tienen una vida útil más larga que otros. Por ejemplo, las conservas de frutas y verduras en almíbar tienden a conservarse durante más tiempo que los productos con alto contenido de proteínas como la carne enlatada.
Proceso de Esterilización: La durabilidad de las conservas y ates se debe en gran parte al proceso de esterilización. El calentamiento a alta temperatura mata las bacterias, levaduras y mohos presentes en el alimento y en el envase, lo que evita la descomposición. Cuanto más eficiente sea este proceso, más larga será la vida útil.
Envasado Adecuado: El envasado adecuado es esencial para mantener la durabilidad. Los frascos y latas deben estar sellados herméticamente para evitar la entrada de aire y microorganismos.
Condiciones de almacenamiento: El almacenamiento adecuado es importante para preservar la durabilidad de las conservas y ates. Deben mantenerse en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa y las fluctuaciones de temperatura. Las temperaturas demasiado altas o bajas pueden acortar la vida útil.
Higiene: La higiene en la preparación y manipulación de los alimentos es fundamental para evitar la contaminación durante el proceso de envasado.
Inspección Visual: Antes de consumir conservas o ates, es importante realizar una inspección visual. Si el producto muestra signos de deterioro, como moho, oxidación o decoloración, debe descartarse.
En general, muchas conservas y ates pueden conservarse durante uno o varios años si se almacenan adecuadamente en un lugar fresco y oscuro. Sin embargo, la calidad de sabor y textura puede disminuir con el tiempo. Por lo tanto, es una buena práctica etiquetar los productos con la fecha de envasado y consumir los productos más antiguos primero (principio "el primero en entrar, primero en salir").
Es importante seguir las recomendaciones de almacenamiento y seguridad alimentaria específicas para cada producto y, en caso de duda, desechar cualquier alimento enlatado que parezca sospechoso o haya superado su fecha de vencimiento.
La preparación de conservas y ates implica la preservación de frutas y otros alimentos mediante la eliminación de microorganismos y la creación de un ambiente que impida su deterioro. Aquí tienes algunas prácticas clave para preparar conservas y ates:
Selección de Ingredientes Frescos: Utiliza frutas y otros ingredientes frescos y maduros. Evite aquellos que estén dañados, magullados o en mal estado.
Lavado y Limpieza: Lava y desinfecta bien las frutas y otros ingredientes antes de comenzar el proceso de conservación.
Higiene personal: Lávate bien las manos y asegúrate de que todos los utensilios y superficies estén limpios antes de empezar a trabajar.
Equipamiento adecuado: Utilice equipos de cocina limpios y desinfectados. Esto incluye cuchillos, tablas de cortar, ollas y frascos.
Método de Conservación: Decide si vas a utilizar un método de conservación en caliente (como el envasado al vacío) o en frío (como la fermentación).
Añadido de Azúcar o Endulzantes: Si vas a añadir azúcar o endulzantes, hazlo con moderación. Siga las recetas y las recomendaciones de conservación específicas para evitar problemas de seguridad alimentaria.
Uso de Ácido: Algunas recetas requieren el uso de ácido (como jugo de limón) para ajustar el pH de la mezcla y prevenir el crecimiento de bacterias.
Sellado Adecuado: Asegúrese de que los frascos estén herméticamente sellados. Esto es fundamental para evitar la entrada de aire y microorganismos.
Proceso de esterilización: Si estás haciendo conservas en caliente, somete los frascos sellados a un proceso de esterilización en agua hirviendo o en un autoclave, según las recomendaciones de la receta.
Almacenamiento: Una vez que las conservas estén listas, guárdalas en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa.
Fecha y Rotación: Etiqueta cada frasco con la fecha de envasado y asegúrate de utilizar el principio "el primero en entrar, primero en salir" para consumir primero los productos más antiguos.
Inspección Visual: Antes de consumir las conservas, inspeccione visualmente el contenido y verifique que no haya signos de deterioro, como moho, decoloración o pérdida de sellado.
Refrigeración Después de Abrir: Una vez que abras un frasco de conservación, guárdalo en el refrigerador y consúmelo en un plazo razonable.
Recuerde que la seguridad alimentaria es fundamental al preparar conservas y ates, ya que una preparación incorrecta puede llevar a problemas de salud. Sigue recetas confiables y prácticas seguras de cocina para garantizar que tus conservas sean seguras para el consumo.
La preparación de conservas y ates implica la preservación de frutas y otros alimentos mediante la eliminación de microorganismos y la creación de un ambiente que impida su deterioro. Aquí tienes algunas prácticas clave para preparar conservas y ates:
Selección de Ingredientes Frescos: Utiliza frutas y otros ingredientes frescos y maduros. Evite aquellos que estén dañados, magullados o en mal estado.
Lavado y Limpieza: Lava y desinfecta bien las frutas y otros ingredientes antes de comenzar el proceso de conservación.
Higiene personal: Lávate bien las manos y asegúrate de que todos los utensilios y superficies estén limpios antes de empezar a trabajar.
Equipamiento adecuado: Utilice equipos de cocina limpios y desinfectados. Esto incluye cuchillos, tablas de cortar, ollas y frascos.
Método de Conservación: Decide si vas a utilizar un método de conservación en caliente (como el envasado al vacío) o en frío (como la fermentación).
Añadido de Azúcar o Endulzantes: Si vas a añadir azúcar o endulzantes, hazlo con moderación. Siga las recetas y las recomendaciones de conservación específicas para evitar problemas de seguridad alimentaria.
Uso de Ácido: Algunas recetas requieren el uso de ácido (como jugo de limón) para ajustar el pH de la mezcla y prevenir el crecimiento de bacterias.
Sellado Adecuado: Asegúrese de que los frascos estén herméticamente sellados. Esto es fundamental para evitar la entrada de aire y microorganismos.
Proceso de esterilización: Si estás haciendo conservas en caliente, somete los frascos sellados a un proceso de esterilización en agua hirviendo o en un autoclave, según las recomendaciones de la receta.
Almacenamiento: Una vez que las conservas estén listas, guárdalas en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa.
Fecha y Rotación: Etiqueta cada frasco con la fecha de envasado y asegúrate de utilizar el principio "el primero en entrar, primero en salir" para consumir primero los productos más antiguos.
Inspección Visual: Antes de consumir las conservas, inspeccione visualmente el contenido y verifique que no haya signos de deterioro, como moho, decoloración o pérdida de sellado.
Refrigeración Después de Abrir: Una vez que abras un frasco de conservación, guárdalo en el refrigerador y consúmelo en un plazo razonable.
Recuerde que la seguridad alimentaria es fundamental al preparar conservas y ates, ya que una preparación incorrecta puede llevar a problemas de salud. Sigue recetas confiables y prácticas seguras de cocina para garantizar que tus conservas sean seguras para el consumo.
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